Soñamos con correr por la playa y que la libertad nos roce el rostro, pensamos en esos comerciales que muchas veces nos agobian con tener la libertad ideal, sin preocupaciones, como si el alma se despojara de nuestro cuerpo por un instante. y la verdad es que todos en nuestros sueños nocturnos o despiertos tenemos ese ideal, pero solo queda ahí y nos conformarmos con la libertad más simple y maravillosa de seres sencillos, y con esto quito la palabra conformamos, porque en realidad amamos, la libertad propia de hacer lo que nos anoteje el animo, la libertad de ser nosotros mismos, de amar, de odiar, de volver a amar, de reír, escuchar tu canción favorita una y otra vez, cantar en la ducha, hacer el amor, enamorarte, no enamorarte, amanecer con la persona especial, despertar solo, dormir intensamente, comer chocolate.
La libertad del televisor puede alejarse o acercarse a nosotros, pero lo importante es que a lo largo de la vida, podemos mejorarla y alcanzar el correr por la playa y caminar con tu mascota o con tu enamorado, después de trabajar.
Yo probablemente no esté corriendo en la playa, porque no me gusta correr, pero sí estaré escribiendo mi libro de poesías inspiradas en el mar, el sol que se levanta y se duerme, la luna que asoma de pronto y el amor que aparece en la espuma de las olas
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